Estamos rodeados de belleza, desde la naturaleza hasta los gestos mas sencillos y diarios de una persona que queremos, pero generalmente estamos distraídos como para notar todo lo bueno que tenemos en nuestro entorno, algunas cosas les parecerán insignificantes a unos y a otros les asombrara, todo depende de la perspectiva de quien lo mire, pero lo que debemos tener en claro es que siempre hay cosas mágicas que pasan a nuestro alrededor y están disfrazadas de cosas simples pero bellas.
Tenemos muchos motivos para distraernos y la gran mayoría tiene que ver con el tiempo, ¡nunca lo tenemos!, en mi caso particular lo que me hace estar distraída a estas pequeñas casi imperceptibles situaciones milagrosas y simples es la preocupación, el exceso de preocupación y eso como bien sabemos no es bueno en ningún ámbito de la vida. La preocupación en exceso es como perder alguno de nuestros sentidos, no podemos ver la totalidad de las cosas y nos concentramos solo en la preocupación por algo o alguien, es como los caballos con las antiojeras, y así pasan cosas buenas y nosotros simplemente no las vemos. Este tipo de exceso también se manifiesta en el cuerpo en forma de dolor, ya sea estomacal, hinchazón, dolor en el pecho y hasta pulsaciones elevadas, ya que la preocupación esta ligada a los nervios, y estos hacen y deshacen a su antojo en nuestro cuerpo si se lo permitimos, aunque no parezca posible somos totalmente responsables de lo que elegimos percibir en nuestra vida diaria y si a ésta la plagamos de preocupaciones no tenemos conciencia de lo que esta mas allá, y eso el cuerpo se encarga de hacértelo saber.
En mi experiencia personal la preocupación en la salud de mi mamá me ha traído miles y miles de momentos de angustia, donde solo me preocupaba por lo que esta fuera de mi alcance, no me hacía ningún bien y mucho menos a ella, de verdad afectaba a mi salud y la que se terminaba preocupando por mi a pesar de sus dolores físicos era ella, y yo porsupuesto no ayudaba en nada. Es un largo proceso pero es un camino por el que ya estoy transitando, pero lo mas importante es que reconozcamos nuestro problema y tratemos de solucionarlo, de a poco como siempre, un paso a la vez.
Prestar atención a las cosas naturales del día a día no siempre es algo fácil porque le restamos importancia justamente al verlo todos los días, pero debemos intentar conectarnos con nosotros mismos, escucharnos, esa parte que nos dice que dejemos de estar distraídos y abramos los ojos, no todo es malo, pero estamos acostumbrados a naturalizar las cosas negativas que nos pasan y cuando nos pasan cosas buenas las consideramos imposibles y hasta la llamamos milagros, si un día dejamos las preocupaciones de lado y observamos la naturaleza, en los brotes de los árboles por ejemplo, sabemos que eso viene de una semilla que se planto, y fue creciendo hasta ser lo que es ahora, lo mismo pasa con nuestra vida y nuestra decisiones y pensamientos y si cada día pensamos y prestamos atención a las cosas positivas que constantemente nos rodean, el día de mañana estaremos mas despiertos a estas situaciones milagrosas que no nos dejan de pasar.
En este enlace pueden escuchar en Spotify el álbum completo de Facundo Cabral titulado «No estas deprimido, estas distraído», también lo pueden encontrar en youtube, es muy recomendable escuchar cada palabra y estar atentos a su gran mensaje.
adorar la vida 
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